Nada en el mundo es mas peligrosos que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.
Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada, más rápido que un favor.
No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena.
Si ayudo a una persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.